Todo parece estar terminado y sin embargo sigo esperando, espero que algo pase, que me llames pidiéndome perdón y diciéndome que no me podes sacar de tu cabeza, cuando sé muy bien que no es tu estilo ni llorar ni pedir perdón y MENOS asumir que no me podes sacar de tu cabeza.
Me imagino que vas a dejar de lado tu orgullo sólo por mí y también sé que nunca lo harías. Ésta vez no me siento ciega, no tengo la sensación de que todo terminó sin vuelta atrás y que soy yo la que no lo quiere ver. Estoy casi segura de que, si terminó, es para siempre, de que en el fondo ni vos sabés lo que querés y te confundo tanto que llegás a odiarme. Capaz me pasa sólo por las cosas que me dijiste una noche que me acuerdo perfectamente, capaz es porque te siento muy mío y no me entra la idea de que seas de otra persona, pero tengo la intuición de que este error, lo nuestro, se va a volver casi una rutina para nosotros. El tiempo sigue pasando y parece no importarme, no me molesta esperar, desistir, volver a esperar, desistir de nuevo y siempre SIEMPRE seguir esperando
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